Artículo Volumen 15, Nº 1, 2021

México y China: comercio minorista electrónico y perfil del consumidor

Autor(es)

Carmen Otilia Bocanegra Gastelum, Miguel Angel Vázquez Ruiz

Secciones

Sobre los autores

RESUMEN

En China el consumo de bienes personales vía comercio electrónico presenta crecimiento continuo, esto obedece al aumento en la clase media con acceso y conocimiento de las tecnologías de la información y la comunicación.
En México, el comercio electrónico minorista muestra también una tendencia de crecimiento constante en la población con educación, conocimiento y acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.
En China y México la aceptación de las compras personales a través del comercio electrónico se presenta como una opción preferente, principalmente, entre los jóvenes. El objetivo de este artículo es estudiar el comercio minorista electrónico y el perfil del consumidor final online en México y en China.

ABSTRACT

In China, the consumption of personal goods via electronic commerce shows continuous growth, this is due to the increase in the middle class with access and knowledge of information and communication technologies. In Mexico, retail electronic commerce shows a trend of constant growth in the population with education, knowledge and access to information and communication technologies. In China and Mexico, the acceptance of personal purchases through electronic commerce is presented as a preferred option. The objective is to study electronic retail commerce in Mexico and China, as well as the profile of the final online consumer in both countries.

 

INTRODUCCIÓN

En China las formas tradicionales del consumo de bienes personales han sido modificadas por el comercio electrónico, realizado por los jóvenes con educación y empleo remunerado. La población considerada de mayores ingresos en China ha ido cambiando sus hábitos de consumo, priorizando las marcas a los precios, en una fluyente economía   de mercado. Asimismo, el aumento en el ingreso disponible en la población urbana y rural permite el uso de teléfonos inteligentes y de computadoras conectadas a internet.

Detrás de este entramado de aparatos electrónicos, que vinculan a la sociedad mundial, se encuentra la revolución digital, con el desarrollo de las tecnologías de la información como el eje propulsor de esta etapa de la economía global. Nieto (2016, p. 58) lo argumenta como,  “[…] el origen de la economía electrónica […] que va abriendo el tráfico comercial, permitiendo que éste se realice de manera local o internacional”. Dominique va un poco más allá, al considerar que “[…] la economía electrónica facilitará la generación de ventajas comparativas en el ciberespacio” (Dominique, 1997; citada en Nieto, 2016, p. 58).

La expansión del comercio electrónico en México se observa en indicadores como el valor del comercio electrónico, el cual registró una tasa de crecimiento de 24% entre 2017 y 2018 (Asociación de Internet MX, 2019). En ese mismo año se registraron 83 millones de usuarios de Internet, de los cuales el 74%, eran mayores de edad. De estos, 8 de cada 10 realizaron una compra por Internet en 2019 (Asociación de Internet MX, 2019). En gran medida el crecimiento del comercio minorista electrónico, tanto en México como en China, obedece a la aceptación de que este tiene, principalmente en los jóvenes con educación, empleo y acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.

Por ello nuestro interés de estudiar el perfil del consumidor que establece el comercio minorista electrónico de bienes de consumo personal en México y China. Para lograr el objetivo, en una primera parte se reflexiona sobre las diversas acepciones de comercio electrónico, las cuales coinciden en que son transacciones de compraventa de bienes y servicios en linea. Seguidamente se aborda la expresión del comercio minorista electrónico en las empresas y los consumidores en ambos países. Consecutivamente, se puntualiza el perfil del consumidor minorista electrónico de China con información de Cnnic, en indicadores de educación, ingresos, artículos más comprados, etc. De igual manera, se especifican las características del consumidor minorista electrónico de México, con datos del Inegi y de la Asociación Mexicana de Internet y de la Asociación de Internet MX. Por último, se cierra con las reflexiones y las referencias que dieron sustento teórico y empírico al trabajo.

 

REFLEXIONES SOBRE COMERCIO ELECTRÓNICO

De acuerdo con la distribución del comercio electrónico transfronterizo entre los países en 2018, China ocupó la primera posición, con el 40%, el doble de Estados Unidos, que participó con un 20%; Reino Unido, se colocó en tercer lugar, con el 9%; y Japón en el cuarto, con el 5% (Herreros, 2019). México contribuyó en el 12% que componen el resto de los países del mundo. Como puede observarse, China concentra las ventas de comercio electrónico transfronterizo del mundo. Un factor de apoyo es su propia población en condiciones de realizar compras a través del comercio digital; es decir, su elevado mercado con capacidad de compra y poseedores de un teléfono inteligente o una computadora con acceso a Internet.

Uno de los conceptos sobre comercio electrónico se concibe de acuerdo con el Programa de Trabajo sobre el Comercio Electrónico adoptado por el Consejo General en septiembre de 1998, “[…] se entiende por la expresión de comercio electrónico la producción, distribución, comercialización, venta o entrega de bienes y servicios por medios electrónicos” (OMC, 2020, p. 35). Este concepto comprende el proceso de elaboración y comercialización de las mercancías desde la fase de producción hasta la comercialización directa al consumidor final. Se retoma también la definición de comercio electrónico del Inegi, por recurrir a sus estadísticas para explicar las particularidades del comercio minorista electrónico en México, “Comercio electrónico, entendido como el proceso de compra, venta o intercambio de bienes, servicios e información a través de las redes informáticas, cuyo pago puede o no ser hecho en línea” (Inegi, 2020, p. 22). Una percepción más sobre el comercio electrónico es la de la OCDE,

El comercio electrónico tiene lugar a través de diversas relaciones comerciales que implican combinaciones de consumidores (C), empresa (B) y gobierno (G). Es la venta o compra de bienes y servicios que se realiza a través de redes informáticas con métodos específicamente diseñados para recibir o colocar pedidos” (2019, pp. 16-21).

Las expresiones de comercio electrónico coinciden en que el proceso para realizar la transacción de compraventa de bienes y servicios debe realizarse a través de redes informáticas y medios electrónicos. La propia enunciación de comercio electrónico involucra, también, el flujo de información que emana del consumidor hacia el comerciante; es decir, el comerciante minorista tiene acceso a la información que lanza al mercado virtual el consumidor final, como sus preferencias por marcas, productos, frecuencia de compra, método de pago y dispositivos usados para realizar la transacción. Datos que el empresario almacena y procesa para relanzar la información al mercado virtual, con el objetivo de mantener cautiva a la sociedad de consumo global.

Nieto argumenta que el mercado virtual o electrónico se acredita en las tecnologías de la información y la comunicación y permite que las transacciones se realicen sin importar los lugares físicos del comprador y el vendedor, generándose el fenómeno de la desgeografización (2016, p. 59). En este sentido, el mercado virtual o electrónico se expande por el mundo, eliminando las fronteras geográficas e incrementando la demanda de bienes y servicios. La integración comercial representa la conexión del comercio electrónico con las cadenas de valor y los mercados minoristas locales e internacionales. Así como el uso de infraestructura adaptada para la tecnología de la información y la comunicación, la aceptación y confianza en el uso de las tarjetas de crédito, los ingresos suficientes para adquirir mercancía online y, por ende, la eficiencia en el sistema bancario. Desde luego, las empresas son el sujeto activo en este escenario, que pone en práctica la integración comercial a través del comercio electrónico vía la web.

 

EXPRESIÓN DEL COMERCIO ELECTRÓNICO: EMPRESAS Y CONSUMIDORES

China obtuvo, en 2013, 301 mmdd en transacciones de comercio electrónico entre empresas y consumidores (B2C), con 271 millones de compradores en línea (Unctad, 2015), ocupando la posición número uno en el mundo; seguido de Estado Unidos, con 263 mmdd y 133 millones de compradores en línea (Unctad, 2015). La proporción de consumidores en línea en México en 2013 fue menor al 5%, en China ascendió al 20% (Unctad, 2015). Una diferencia considerable.

Poco más del 80% de los usuarios de Internet en México participa en redes sociales. China contribuye con una aportación poco superior al 80%, registrándose una diferencia menor entre ambos países. Las poblaciones de ambas sociedades se encuentran ligadas a Internet; sin embargo, en México una pequeña fracción realiza comercio electrónico, mientras que en China esta es superior. Esto lo refleja la contribución de las ventas minoristas a través de Internet en relación con las ventas minoristas en establecimientos fijos en China durante 2013, que alcanzó el 7%, mientras que en México, fue del 1% (Unctad, 2015). No obstante, México ocupa el segundo lugar en América Latina en ventas online B2C, con 19%, antecedido solamente por Brasil, que concentra el 38% (Unctad, 2015).

Entre las empresas destacadas en 2013 por sus ingresos debido a ventas online en el mundo, se encuentran tres plataformas de China: JD.com, Jia.com y el Grupo Alibaba. De Estados Unidos se señala a Amazon.com –entre las primeras del mundo-, Dell, y Ebay. De Japón solo a la empresa Rakuten (Unctad, 2015). La expansión de estas empresas digitales continúa absorviendo gran parte del mercado digital en su región. En 2016, de acuerdo con el informe de la Unctad (2017), Amazon.com en América del Norte, Alibaba, Rakuten, Tencent, JD.com y BAIDU, en Asia, se señalan por su alta capitalización bursátil de más de 1.000 millones de dólares.

El Cuadro 1 expresa la posición que representan las empresas minoristas de comercio electrónico más representativas del mundo por la concentración de los mercados. De la región de Asia se distinguen siete empresas de China y solo Amazon.com de Estados Unidos. Sin embargo, Amazon.com se ubica entre las diez primeras empresas por región. Las diez empresas minoristas que más venden en línea en Estados Unidos pertenecen a su propio país. Es importante señalar que las minoristas chinas también se encuentran entre las diez primeras de su región. Es decir, venden más en su propio mercado que en el extranjero. Mientras que en Latinoamérica las que más concentración del mercado online registran son seis empresas de Brasil y tres de Estados Unidos. México no participa con empresa alguna entre las primeras diez de América Latina.

En China las empresas de comercio electrónico que concentran el 80,8% del ingreso de los consumidores son el Grupo Alibaba y Tmall con el 57,4% del mercado interno, y JD.com con el 23,4% (Ley, 2017). La competencia por el mercado se hace presente, “[…] entre empresas que producen el mismo bien o servicio y que se dirigen al mismo mercado o segmento de mercado. La disputa se centra en obtener una mayor participación en el mercado y obtener de él la mayor ganancia” (Villarreal y Villeda, 2006, p. 91). Las estrategias de las empresas minoristas chinas les han permitido incursionar en el mercado global y colocarse entre las más importantes del mundo.

Cuadro 1. Empresas minoristas globales que venden por Internet en Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina (2012 – 2013)

Fuente: elaboración propia con datos de Unctad (2015).

En la indagación de Deloitte (2020), entre las 250 minoristas más importantes del mundo se destacan las 50 de más rápido crecimiento por sus ingresos por ventas de 2013 a 2018. En este grupo sobresalen 4 minoristas de China: Vipshop Holdings Limited en la tercera posición; JD.com, Inc., en cuarto lugar; ambas empresas dedicadas exclusivamente al comercio electrónico. Suning.com Co., Ltd. (formerly Suning Commerce Group Co., Ltd.) en el lugar 21 y Yonghui Superstores Co. Ltd., en el 22, esta última, pertenece a los hipermercados con instalaciones fijas (Deloitte Touche Tohmatsu, 2020).

En la misma sección de las 50 de más rápido crecimiento se ubican dos empresas de México, Femsa, en el lugar 15, con un crecimiento de 10,9% en sus ingresos por ventas minoristas en el área de tiendas de conveniencia, y El Puerto de Liverpool, en la posición 43, con un crecimiento del 10,8%, en el segmento de tiendas departamentales (Deloitte Touche Tohmatsu, 2020). Las dos minoristas de México sobresalen en el mercado tradicional, aun cuando también ofrecen, en menor proporción, mercancías en el mercado online.

Las empresas en la conquista por los mercados online generan una ferréa competencia, tanto local como internacional. Al mismo tiempo que se va dando la integración comercial, al vincularse los mercados, conjuntamente se incrementa la eficiencia y se reducen el tiempo y los costos de operación. De igual forma, desciende el número de intermediarios, al establecerse el contacto directo entre consumidores y oferentes. El comercio electrónico, al conectar los mercados internacionales, desfigura las fronteras geográficas y da paso a una nueva forma de interactuar entre los agentes que intervienen en la Red, el empresario y el consumidor final. Simultáneamente se va desplazando gradualmente la venta tradicional en establecimientos fijos, sin que esta tienda a desaparecer.

Una de las premisas para realizar el comercio electrónico minorista es la población conectada a Internet. Entre 2012 y 2015 China registró 705 millones de usuarios de Internet, con una tasa de crecimiento media anual del 2,7%. México participó con 72 millones de usuarios, pero con una tasa de crecimiento de 5,9% (Unctad, 2017). En México, el número de usuarios de Internet representó el 58% de sus habitantes, una alta proporción de usuarios de Internet. En el periodo, México elevó la población de usuarios de Internet en 24 millones de personas; China lo hizo en 122 millones de nuevos internautas (Unctad, 2017).

El crecimiento económico de China es un referente de la expansión de su mercado interno, especialmente el consumo de bienes personales a través del comercio electrónico. A su vez, este se expande por el incremento de la población con acceso a Internet vía computadoras y teléfonos inteligentes. Esta relación se viene manifestando desde hace algúnas décadas. Por ejemplo, en 2015 los compradores digitales chinos alcanzaron los 413,3 millones de personas –de estas, 339,7 millones realizaron transacciones con teléfonos inteligentes–; para 2020 se pronosticó que estos asciendieran a 750 millones (Dezan, S. & Associates, 2016). Herreros argumenta que,

El gran dinamismo del comercio electrónico es indisoluble del aumento de la capacidad de procesamiento de los computadores y de la capacidad de transmisión de las redes de telecomunicaciones así como de la popularización de los teléfonos móviles inteligentes (2019, p.12).

No obstante estas variables, en China el comercio minorista electrónico es impulsado por el incremento en los empleos, principalmente en las zonas urbanas. El desarrollo de las ciudades y el impulso al consumo de bienes personales por parte del gobierno chino ha permitido que este sea un factor de aportación relevante al crecimiento económico del país. China, desde 2013 a 2018, se ubica en la primera posición en el mundo por ventas de comercio electrónico; entre 2013 y 2014 registró una tasa de crecimiento anual del 35%, poco más del doble que la de Estados Unidos.

Dentro del grupo de los 10 primeros países en ventas por comercio electrónico, China participa con el 36% y Estados Unidos con el 30% (Cuadro 2). Aun cuando la tendencia es descendente para todos los países, la aportación de China continúa siendo superior en todos los años. En 2018, la tasa de participación de China fue cercana al 50%, el doble de la de Estados Unidos, con un registro del 24,2%.

En el primer trimestre de 2019 las ventas del sector minorista digital en China ascendieron a 562.000 millones de dólares, poco más de la quinta parte de las ventas minoristas totales de bienes de consumo (Xinhua, 2019). Para 2020 se proyectó que las ventas de comercio electrónico de China fueran superiores a las de las cinco primeras economías del mundo agrupadas: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón y Francia. La concentración de los ingresos que concibe la economía digital converge en China y Estados Unidos, principalmente.

De acuerdo con el Cuadro 2, en 2014, China aumenta a 40% y Estados Unidos desciende a 28%. En 2016, China incrementa al 46% y Estados Unidos desciende a 25%. En 2018, China continúa elevando su concentración de ingresos, al aproximarse al 50%, mientras que Estados Unidos desciende a 24%. En el periodo de 2013 a 2018, China concentra cada vez más ingresos, mientras que Estados Unidos, desciende. No obstante, entre los dos países agrupan entre el 66 y el 73% de los ingresos generados por los diez primeros países. La concentración de China y Estados Unidos confluye aún más:

El 75% de todas las patentes relacionadas con las tecnologías de cadenas de bloques y el 50% del gasto mundial en la Internet de las cosas se originan en los Estados Unidos y China, países que representan más del 75% del mercado de la computación en la nube y no menos del 90% de la capitalización de mercado de las 70 plataformas digitales más grandes del mundo […] Siete “superplataformas” Microsoft, Apple, Amazon, Google, Facebook, Tencent y Alibaba, representan dos tercios del valor total de mercado de las 70 primeras plataformas […] En China, WeChat (propiedad de Tencent) tiene más de 1.000 millones de usuarios activos y, junto con Alipay (propiedad de Alibaba), su sistema de pago ha capturado prácticamente todo el mercado de pagos móviles en China. Asimismo, se estima que Alibaba copa cerca del 60% del mercado chino de comercio electrónico (Naciones Unidas, México, 2019, p. 22).

Cuadro 2. Comercio electrónico: primeros países en ventas, 2013-2018 (miles de millones de dólares)

Fuente: elaboración propia con datos de Statista, consultado el 17 de abril de 2020.

Ante este contexto de incremento y apoyo al comercio electrónico, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional en China emitió la Ley de Comercio Electrónico, que entró en vigor en enero de 2019. Dicha ley tiene el propósito de regular el comercio electrónico a través de la protección de los derechos e intereses legales de las partes, y de mantener el orden del mercado, al cumplir con sus obligaciones (Xinhua, 2018). A los empresarios de la economía digital se les obliga a pagar impuestos, a ejercer la actividad comercial formal con las licencias correspondientes y a garantizar la protección en los datos proporcionados por los demandantes finales.

 

CHINA: COMERCIO ELECTRÓNICO Y PERFIL DEL CONSUMIDOR MINORISTA

La comunidad china es considerada entre las más importantes del mundo por su alto volumen poblacional, por la demanda de bienes finales y por los empleos e ingresos de la población joven y con hijos únicos. El gobierno chino apoya el consumo interno como motor de crecimiento de la propia economía. En este sentido se promueve la generación de empleos en las zonas urbanas a jóvenes con educación profesional, para elevar los niveles de consumo de productos y servicios de lujo vía comercio electrónico, por medio de teléfonos inteligentes y computadoras. Con ello, se registra un cambio en las formas de consumo en China, el cual rompe con la forma tradicional.

El perfil del consumidor en China es, por un lado, la clase media que comprende el 19% de la población, aproximadamente, 240 millones de personas; por otro lado, las familias con un hijo único, que invierten en educación y realizan consumo de lujo (BCN Export, 2018). Como un reflejo de este perfil del mercado minorista de lujo, el gasto en el consumo de los hogares en 2016, 2017 y 2018 registró una tasa de crecimiento anual de 8,3, 6,8 y 9,5 por ciento, respectivamente (Santander, 2020).

En 2015 el consumidor chino distribuyó su ingreso disponible de la siguiente manera: vivienda, 35,8%; alimentos y bebidas no alcohólicas, 27,3; transporte, 7.5; ropa y calzado, 3,5; y bienes durables, 3,2% (Santander, 2020). La compra de alimentos, transporte, ropa y calzado son los rubros de mayor demanda de la sociedad china. En general las compras al sector minorista se elevaron en un 10,6%, el comercio electrónico en 33,3%. El 55% de este comercio digital se realizó a través de smartphones (Santander, 2020).

En 2020 los ingresos anuales de los hogares urbanos en China se dividieron en los siguientes rangos: de 34.000 USD, el 6%; de 16.000 a 33.999 USD, el 51%, y de 6.000 a 15.999 USD, el 36% (Ley, 2017). Los ingresos de 6.000 a 34.000 USD concentran el 87 por ciento de los hogares. Esto implica la generación de empleos y remuneraciones que permiten elevar la calidad de vida de la comunidad urbana; con ello, el incremento de la clase media alta y la demanda de bienes y servicios personales, ya sea de forma tradicional o en el mercado online.

China también se distingue por su alta población vinculada con Internet. En 2016 registró 731 millones de internautas; en 2019 estos llegaron a los 854,49 millones, con una penetración del 61% (Cuadro 3). Del total de población con acceso a Internet en China, en 2016, el 95% se enlazaba al espacio cibernético por el teléfono inteligente; al primer semestre de 2019, ascendió al 99,1% (Cuadro 4).

Cuadro 3. China: población internauta y penetración de internet

Nota: 2019 representa el primer trimestre.
Fuente: elaboración propia con datos de Cnnic, 2019.

Cuadro 4. China: usuarios de Internet con teléfono celular en proporción al total de internautas

Nota: 2019 representa el primer trimestre.
Fuente: elaboración propia con datos de Cnnic, 2019.

Los internautas de China en 2018, entre los 20 y 39 años de edad, conforman el 50%, de la población más conectada a Internet. La población de 10 a 19 años participa con el 17,5%, y las personas entre los 40 y 49 años de edad contribuyen con el 15%. Menor participación tiene la población de 50 años en adelante. La población entre los 10 y los 39 años de edad estructuran el 67,8%, (Cuadro 5) segmento de individuos vinculados con las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, practicamente desde su nacimiento.

Cuadro 5. China: edad de usuarios de Internet, 2018 (porcentajes)

Fuente: elaboración propia con datos de Cnnic, 2019.

Otro dato relevante es la educación de los cibernautas, que, por pequeños que sean, participan en la red. En 2018 los estudiantes de primaria y menos, participaron con el 18,2%; los jóvenes de secundaria con el 38,7%. Entre estos dos segmentos de educandos se conforma el 56,7% (Cnnic, 2019). La población joven con conocimiento y adaptación total a las nuevas tecnologías de la comunicación es la que participa de manera natural en la etapa actual de la economía digital. Los discípulos universitarios y con estudios de posgrado son los que menos se encuentran enlazados a Internet, con 8,7 y 9,9 por ciento, respectivamente (Cnnic, 2019). Sin embargo, son los estudiantes quienes más aportan en las estructura de ocupaciones en China; en 2018, esta fue de 25,4%. Los cibernautas emprendedores independientes registraron el 20% (Cnnic, 2019).

Los ingresos anuales de los cibernautas chinos se encuentran lejos de las economías de primer mundo; sin embargo, se destaca la cantidad de población navegante y el monto de ingresos mensuales que destinan al consumo. En 2018 los internautas que obtienen ingresos entre los 3.001 a 5.000 yuanes representaban el 21%; entre 2.001 y 3.000 yuanes el 15,7%; de 5.001 yuanes a 8.000 el 13,4% y de 8.001 y más el 10,7% (Cuadro 6). Estos cuatro niveles concentran poco más del 60% de los internautas. Como se puede apreciar, corventidos en dólares, los rangos de ingresos personales generados, aún con el crecimiento de su economía, son inferiores a los ingresos concebidos por las primeras economías del mundo. Entre los ingresos, que van de 5,001 a 8.000 yuanes, esto representa anualmente tan solo 15.187,20 dólares, cantidad inferior respecto del PIB per cápita de Estados Unidos, que es de aproximadamente 62.794,59 dólares.

Cuadro 6. China: ingresos mensuales de usuarios de internet (2018)

Nota: el cálculo en dólares se hizo con una paridad al 31 de enero de 2018, de 6,3211 yuanes por dólar. Se tomó el límite superior de cada rango para la conversión a dólares.
Fuente: elaboración propia con datos de Cnnic, 2019.

En 2018 las mujeres en China registraron un acceso a Internet del 47,3%, el resto, 52,7%, lo compone el género másculino (Cnnic, 2019). El incentivo al desarrollo de las zonas urbanas ha tenido éxito en China, toda vez que los usuarios de Internet se ubican principalmente en estas localidades; en 2018, se concentraba en esta área el 73,3%, y en las rurales el 26,7% (Cnnic, 2019).

Los compradores online, desde 2016, acienden a más del 60% del total de internautas. Poco más de la tercera parte de la población total de China actualmente, cercana a los 1.400 millones de habitantes. Entre los productos y servicios que más demandan en el mercado virtual está la música, que transcurrió de 68,8% en 2016 a 71,1% en 2019 (Cuadro 7). Lo que significó pasar de 503 millones a 607,5 millones de personas del total de internautas. La compra de reservas y de literatura tienen movimientos ascendentes en ambos casos. La población con mejores ingresos puede viajar con más regularidad y la población en general, tiene más acercamiento a la literatura. Estos oscilan entre los 333 y los 454 millones de personas.

Cuadro 7. China: compras en línea por internautas (2016-2019)

Fuente: elaboración propia con datos de Cnnic, 2019.

MÉXICO: COMERCIO ELECTRÓNICO Y PERFIL DEL CONSUMIDOR MINORISTA

El T-MEC incluye un capítulo exclusivo al comercio digital, El Capítulo 19; este se inclina por la incorporación del comercio electrónico a las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas. Así como también por proteger los datos personales, lo cual es una prioridad para el crecimiento del comercio electrónico; y, por otro lado, por excluir los derechos aduaneros a bienes importados y exportados. Sin embargo, existen aspectos que se deben de trabajar todavía, como la educación digital y el proceso de adopción de habilidades digitales (Forbes, julio de 2020). Al respecto, la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) considera que México, para poder lograr los objetivos propuestos en el T-MEC en lo referente al comercio electrónico, requiere de un proceso de armonización legislativa, para generar la confianza, tanto en el consumidor como en el empresario; así como desarrollar un ambiente apto para la innovación y la creación de un mercado digital integrado (ALAI, 2020). Es decir, para elevar las transacciones de bienes y servicios en el mercado virtual entre los países miembros del tratado comercial y al interior del propio país, México necesita generar la confianza en el consumidor y en el empresario, proporcionando seguridad y certeza al proceso de compraventa.

Los internautas en México que adquieren bienes a través del comercio electrónico muestran una tendencia ascendente. La aceptación de las compras vía online es, principalmente, entre la población joven con nivel de educación media superior y superior, que posee teléfono inteligente o una computadora y tiene acceso a Internet.

La Asociación de Internet MX (2019) contabilizó en México 83 millones de usuarios de Internet –de una población aproximada de 127 millones de habitantes–, lo que representa el 65,3% de los mexicanos. De estos, poco más de 61 millones son mayores de edad, de los cuales 8 de cada 10 realizaron una compra en línea. Esto se reflejó en un crecimiento del comercio electrónico de 28,6% en 2019 (Asociación de Internet MX, 2019).

El 49% de los hombres y el 51% de las mujeres compraron en línea en México en 2019. La población entre 18 y 44 años de edad son quienes más adquieren productos por Internet, representando el 73% de los compradores en línea. Dentro de este rango de edad se coloca a la población de ingreso medio bajo, con 34%, y medio alto con 28%, ambos rangos como los que más productos compran vía online, representando el 62% del total de compradores vía comercio electrónico (Asociación de Internet MX, 2019). Los indicadores del comercio electrónico se materializan en el valor agregado que generan, en México, el crecimiento sostenido que ha registrado desde 2013, presenta una tasa de crecimiento promedio anual de 18,2%. Así como la participación en el PIB total, al pasar de una contribución en 2013 del 3% al 5% en 2018, reflejando un crecimiento lento pero continuo (Cuadro 8).

Cuadro 8. México: valor agregado del comercio electrónico (2013-2018)

Fuente: elaboración propia con datos de Inegi. Sistema de Cuentas Nacionales de México, 2020.

Conforme al Inegi, en México, el valor agregado bruto del comercio electrónico al por menor registra de 2013 a 2018, una aportación en promedio de 21%, en relación con las ventas totales del comercio electrónico. El indicador presenta un crecimiento constante de la actividad minorista digital (Cuadro 9).

Cuadro 9. México: comercio electrónico al por menor. Valor agregado bruto

Fuente: elaboración propia con datos de Inegi. Sistema de Cuentas Nacionales de México 2013-2019.

No obstante el crecimiento del comercio electrónico en México, de acuerdo con el Índice B2C de Comercio Electrónico de la Unctad 2017, México se colocó en la posición 90, entre las 144 economías que integran el estudio. En 2016 ocupó el lugar 68. Lo que significa que se redujo la actividad en México en relación con los mercados internacionales (Unctad, 2017; citada en Asociación de Internet, MX, 2018a). Empero, México se ubica entre los tres países de Ameríca Latina con más crecimiento en comercio electrónico. En 2015 las contribuciones de las economías de América Latina fueron: de Brasil, con 15 mil millones; México, con 13 mil millones y Argentina, con 5 mil millones de dólares, aportando entre los tres países el 70% del ingreso por ventas de la comunidad latina (BID, 2017).

El Índice B2C, establecido por la Unctad, calcula la penetración del uso de Internet; los servidores seguros por cada milón de habitantes; la población con cuenta bancaria y la puntuación de fiabilidad postal. México en el primer rubro registró el 64%, 56% en el segundo; 39% en el tercero y solo el 11% en el cuarto (Unctad, 2017; citada en Asociación de Internet, MX, 2018b). Por lo que en México la sociedad se encuentra conectada a Internet; más de la mitad de los servidores son seguros y muestra una proporción aceptable de personas adscritas a la bancarización. La deficiencia considerable se encuentra en la inseguridad en el envío postal. En este rubro México tiene que establecer estrategias que den confianza y seguridad al consumidor y al empresario, protegiendo la información, los datos personales del comprador y asegurando la entrega de la mercancía.

De 2006 a 2019 los internautas en México registraron un crecimiento sucesivo. De 2015 a 2019 más de la mitad de los mexicanos se encuentra entre la población internauta (Cuadro 10). En 2015, del total de internautas, aproximadamente 8 millones realizaron transacciones vía Internet, representando el rubro de las compras el 35,5%. En 2019 la población que realizó transacciones online ascendió a 21,9 millones, de estos 6,9 millones hicieron una transacción de compra (Inegi, 2019).

Cuadro 10. Usuarios de Internet en México, 2006-2019 (millones)

Fuente: elaboración propia con datos de Amipci (2012), Inegi, Enduti (2019) y cálculos propios.

El uso de tecnologías de la información permite determinar el acceso al comercio electrónico. En México, de la población de seis años en adelante, más del 40%, usa las computadoras. Dentro de los hogares mexicanos poco más del 40% posee una computadora en su domicilio. La proporción de mujeres y hombres con acceso a las computadoras es del 50%. La casa habitación con conexión a Internet presenta un crecimiento: en 2013 el 39% de los hogares tenía acceso a Internet, en 2019 este ascendía al 54,6% del total de hogares, lo que significa un aumento de 15,6% (Inegi, 2020). Los usuarios de un teléfono celular comprenden, aproximadamente, las tres cuartas partes de la población de seis años en adelante. De igual manera, los usuarios de Internet superan el 55% de 2015 a 2019 y los usuarios de computadora ascienden a más del 43% (Cuadro 11). Las herramientas tecnólogicas se encuentran en conocimiento y uso de la población internauta en México. Los vacíos del Inegi son la bancarización, el empleo y los ingresos de la población, para tener datos más exactos de las condiciones económicas de la población mexicana con acceso a Internet y al comercio minorista electrónico.

Cuadro 11. México: usuarios de Internet, computadora y teléfono celular, 2015-2019

Nota: los porcentajes representan la proporción de la población de seis años o más de edad.
Fuente: Inegi y Enduti, 2019.

La edad de los usuarios de Internet que compran en línea, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet en 2012, se concentra entre los jóvenes de 18 a 34 años, con el 62%. En 2016 los compradores online se agrupan entre los 25 y 44 años de edad. Reduciendo su participación los jóvenes de 18 a 24 años. En 2019, la composición se reestructura, concentrándose la contribución en los compradores de 35 a 44 años en 40% y los de 45 a 54 en 18%; conformando ambos grupos el 68% (Cuadro 12). Se observa una reducción en la participación de los jóvenes y un incremento en los mayores de 35 años. Los productos más demandados por Internet son: boletos de avión, computadoras y accesorios, boletos de eventos, ropa, relojes y lentes, hogar y electrodomésticos (Amipci, 2009).

Cuadro 12: México: edades de los compradores en línea, 2012-2019

Fuente: elaboración propia con datos de Amipci (2012), Amipci (2016) y Asociación de Internet MX (2019).

La demanda de mercancías vía online registró un aumento del 6% respecto de las ventas totales en 2007. En 2008 esta ascendió al 8%, en 2009 al 16% (Amipci, 2009). En 2011 la mayor demanda de bienes y servicios online recayó en los boletos de avión/camión, con el 66%, y los boletos de espectáculos, con el 36%. En 2019 la demanda de boletos de viaje prácticamente se mantuvo, con el 65%, y como complemento de los periplos, las reservas de hotel ascendieron a 43% (Cuadro 13). En general los insumos más demandados en línea durante el periodo fueron los boletos de transporte, de espectáculos, las reservaciones de hotel y la ropa y accesorios.

Cuadro 13. México: productos y servicios más comprados en línea, 2011-2019 (porcentajes)

Fuente: elaboración propia con datos de Amipci, Asociación Mexicana de Internet (2012-2016) y Asociación de Internet MX (2017-2019).

En 2012 el 35% de los internautas mexicanos compró en sitios locales; el 46% en mercados locales y extranjeros y solo el 4% en internacionales. El monto de ingresos gastados en línea por persona en ese año oscila entre 1.000 y 3.000 pesos, con el 28%, y de 400 a 1.000 pesos, con el 25% (Amipci, 2012). En 2018, 5 de cada 10 compradores en línea adquirieron en tiendas internacionales, principalmente de Estados Unidos y Asia, con una participación del 72 y 38 por ciento respectivamente (Asociación de Internet MX, 2018b). En 2019 se elevó la compra en mercados internacionales a 47%, siendo Estados Unidos el de mayor demanda, con 64%. En Asia se compra el 29% y en Latinoamérica el 11% (Asociación de Internet MX, 2019). Los dispositivos más usados para el intercambio comercial vía online ha sido la computadora, el teléfono inteligente y la tablet. En 2016 la primeras se usaron en un 91%, los segundos en un 90% y la tablet en 53% (Amipci, 2016). En 2019 se invierte el uso de los dispositivos de compra, la primera herramienta tecnológica es el smartphone, con el 85%, seguido por la laptop con el 60%; la tablet, con el 38%; el PC con el 30% y surge el smartTV con el 24% (Asociación de Internet MX, 2019).

La forma de pago más recurrida por los compradores online en México, de 2006 a 2019, han sido las tarjetas bancarias de crédito y de débito, con una aceptación superior al 50% en ambos casos (Amipci, 2015; Asociación de Internet MX, 2019). De 2018 a 2019 se incrementó en 10% el uso de la tarjeta bancaria de crédito. Otras opciones de pago son el monedero electrónico, el depósito en sucursal, la transferencia en línea y el pago en tiendas de conveniencia.

 

CONCLUSIONES

El comercio electrónico, al efectuarse, reduce el tiempo, los costos de operación y los intermediarios, elevando, con ello, la eficiencia en la transacción. Al mismo tiempo, que integra a los mercados de todo el mundo.
El comercio minorista electrónico ha modificado la interacción entre el consumidor final y el empresario. El vínculo es el ciberespacio, el nuevo mercado, hoy entendido como Red. Con establecimientos virtuales abiertos las 24 horas del día, los 365 días del año, para observar las características del producto y decidir la compra. La premisa es el aparato electrónico –smatphone o computadora– con acceso a Internet.

En China los consumidores y empresarios virtuales encuentran protección en la Ley de Comercio Electrónico, así como el incentivo a la actividad electrónica. En México, el T-MEC contempla el Capítulo 19 en la misma dirección, de protección al consumidor final y fomento al comercio electrónico. México está muy lejos de alcanzar el crecimiento y la contribucíón de China a la economía global. Sin embargo, el comercio electrónico, al igual que China, presenta muestras de crecimiento y aceptación en su población.

Los datos observados en ambos países permiten deducir que empresas minoristas online de China, han ascendido entre las primeras del mundo por sus ingresos por ventas. Estas compiten por el mercado global online y presentan tasas de crecimiento superiores a las de empresas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Japón. La concentración de los ingresos que concibe el comercio minorista electrónico converge en China y Estados Unidos. En las dos economías, la mayor parte de sus habitantes se encuentra con acceso a Internet; en China, una proporción superior realiza compras en línea; en México, todavía es bajo el consumo online. A pesar de las grandes asimetrías economícas entre las dos economías, hay una similitud en la preferencia por el comercio electrónico entre los jóvenes con educación y acesso a las tecnologías de la información y la comunicación.

Para incentivar el consumo electrónico, el gobierno chino promueve la generación de empleos en las ciudades y estimula el gasto en bienes de lujo. El aparato electrónico más recurrido en China para transacciones comerciales virtuales es el teléfono inteligente, con el 99,1% de los internautas. El rango de edad de la población más conectada a Internet oscila entre los 20 y 39 años de edad, representando poco más del 50%, individuos que están vinculados con las nuevas tecnologías de la comunicación desde su nacimiento. La población joven con conocimiento y adaptación a las nuevas tecnologías de la comunicación, es la que participa de manera natural en la etapa actual de la economía digital. Los estudiantes y los emprendedores independientes son los que más aportan en la estructura de ocupaciones en China. Los productos y servicios que más demandan en el mercado virtual son la música, la compra de reservas y literatura. El consumidor chino, joven, con empleo y con conocimiento de las TIC, registra una alta tasa de preferencia de sus compras personales en línea. Esto se refuerza por la seguridad en la transacción, tanto del empresario como del consumidor final.

México se ubica entre los tres países de América Latina con más crecimiento en comercio minorista electrónico. Las características del internauta mexicano son: población joven con educación media y superior, principalmente, que posea un teléfono inteligente o una computadora con acceso a Internet. La población entre 18 y 44 años años es la que más adquiere productos en línea. Dentro de este rango se coloca el grupo de ingreso medio bajo, con 34%, y de medio alto, con 28%. Los productos más solicitados por Internet son: boletos de avión, computadoras y accesorios, boletos de eventos, ropa, relojes y lentes, hogar y electrodomésticos.

En México es necesario reducir la brecha digital, elevar la inversión en infraestructura, fomentar y apoyar la bancarización, y propiciar el acercamiento con los micro, pequeños y medianos establecimientos comerciales para hacer de su conocimiento las bondades y limitaciones del comercio electrónico. Asimismo, promover la seguridad y la confianza en el consumidor final, asegurando que los datos personales y bancarios van a estar protegidos.

 

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